A pesar de todo: enseñanza como herramienta de avance
Son muchos los discursos y debates que existen sobre la enseñanza. En esta misma página, y fruto de nuestros años como docentes, hemos hablado de enseñanza y educación. Pero sin querer ir más allá en toda esta vorágine de discursos que sólo sirven para atolondrar la mente y, aprovechando nuestra experiencia africana, queríamos describir una situación educativa gratificante. (En la foto dos niñas compartiendo un libro)
Es la de que, a pesar de todo, los individuos saben que la enseñanza es el único camino para salir adelante, independientemente de las dificultades para acceder a esa enseñanza. Por supuesto no estamos hablando de conformismo, sino de todo lo contrario.
Cuando estuvimos trabajando en Angola, en la rehabilitación de la estación de café, los edificios medio derruidos de la instalación servían como aulas improvisadas para dar clase a los más pequeños.
clases en la zona del laboratorio en el que no habíamos empezado a trabajar
Debido a que la educación obligatoria se encuentra entre los 6 y los 9 años, y a que se trata de una población muy joven con una tasa de fertilidad de 6,05 niños por madre. (Datos de la wiki), Y también a la dispersión de la población en pueblos, poblados y asentamientos a lo largo de las carreteras y caminos del país. Unido a la falta de interés en la inversión en infraestructuras de educación para todo el país nos presenta el siguiente panorama:
>Clases de más de 50 niños por profesor,
imagenes exterior e interior de las aulas existentes en el pueblo
>Aulas insuficientes en tamaño, número, y condiciones de habitabilidad. Se aprovechaba cualquier refugio o la misma calle
clases en los exteriores de nuestras obras
>Falta de material y de transporte escolar, y así nos encontramos con niños que tardan de 2 a 3 horas andando para llegar a clase con una lata o cualquier otra cosa que les sirva de silla.
A pesar de todas las dificultades las clases están siempre llenas de niños, que aprenden a leer con entusiasmo y están asistidos por profesores que han hecho de la improvisación su mejor herramienta, para procurar aulas, clases y métodos de docencia adecuados.
Nadie está diciendo que tengamos que conformarnos con lo que el panorama actual que la política nos presenta, ni siquiera que tengamos que llegar a lo que hemos descrito. Pero los cambios siempre empiezan por uno mismo. Padres y profesores tenemos, por un lado, la obligación de sacar el máximo rendimiento a las herramientas que poseemos y por otro protestar y luchar para conseguir los medios que consideremos sean justos. Pero son dos caminos necesarios que van en la misma dirección, la defensa de los derechos de nuestros niños y la garantía de nuestro futuro.